martes, 15 de septiembre de 2015

Metamorfosis en pareja, o "cómo cambia tu vida con hijos"

"Nunca terminas de conocer a alguien", es la frase que me viene a la mente constantemente, por distintas circunstancias. Al principio, la asociaba con las "características nada agradables de la  personalidad de otros", vaya, era 100% negativo y un sinónimo de decepción por el ser, actuar o pensar de otras personas. 

Por supuesto que era incapaz de asociarlo a el crecimiento personal, inclusive a mi propio crecimiento o el crecimiento de la pareja. 

Nuestra vida en pareja, era muy distinta antes de Xixa, nada exagerado, pero muy distinta: trabajo, salidas con amigos, visitas, mini viajes,  por supuesto desveladas, cine y TV. Juntos en casa sin hacer nada o afuera yendo de un lado a otro sin restricciones.

Hacíamos planes en el aire, aun con las responsabilidades que tienes como adulto, sigues sintiendo que todo lo puedes y no tienes freno. "El cielo es el límite"

Hemos cambiado desde que somos padres, mucho más de lo que cualquiera nos podía haber dicho, de hecho, lo  que te comentan es que tu vida es la que se va a transformar, esa parte es cierta. Lo que nadie te dice, talvez porque no lo reconocen asi, es que uno también cambia.

No eres la misma persona viviendo una rutina nueva, no. Eres tu, en otra versión, viviendo otras circunstancias. No hay marcha atrás. 

A través de la paternidad, no sólo hemos recibido lo que me atrevo a decir que es la felicidad más grande. También hemos recibido el reto más fuerte como personas y como pareja. 

A nosotros el post parto nos cayó como bomba. Entre el estrés de un nuevo bebé, el trabajo (ambos tenemos trabajos en diferentes empresas) y la bomba hormonal que te deja con los nervios y los sentimientos a flor de piel. Fué una crisis intermitente al menos por los primeros 6 meses.

Y es aquí y ahora donde redimensiono la frase "nunca terminas de conocer a alguien". 

Ser padre te lleva a los extremos emocionales y de cordura como en una montaña rusa. Es un contexto completamente diferente que sólo puede entender quien lo ha vivido. 

Experimentas la felicidad absoluta y la frustración mas intensa, ya no digamos el mismo día, con horas de diferencia

A través de la paternidad, hemos  aprendido a ver nuestra relación de pareja y nuestro matrimonio de manera tan distinta. Hemos entendido que no somos los de antes, que estamos cambiando, constantemente. Estamos redescubriéndonos como individuos y como pareja. Conocemos nuevos matices y detalles de ambos, después de 10 años. Positivos y negativos claro, si de todo hay.

Las decisiones mas simples ( o que creía mas simples) se convierten en verdaderas negociaciones y no es para menos, estamos decidiendo por un tercero. Buscamos otro tipo de empatía, de acompañamiento, de amor y apoyo. 

Lo que antes era importante, de pronto, ya no lo es tanto, las prioridades cambian.

Hemos aprendido a amarnos y a perdonarnos como no lo hacíamos antes. Dialogamos de manera más abierta y pensamos mucho más en las consecuencias que nuestros actos puedan acarrearnos. Creo que al menos nosotros somos ahora mas responsables. Seguimos planeando, construyendo, dialogando.

Jamás volveremos a ser los mismos y eso está bien. 

A los que están por ser papás o están buscando serlo, mi mejor recomendación: mucha comunicación con la pareja, cuídense, ámense, protéjanse y procúrense.
Están por embarcarse en una aventura completamente nueva y nada de lo que les digan va a ser siquiera cercano a lo que en realidad van a sentir. Nada es sencillo, pero tampoco imposible, sean empáticos con su pareja. Recuerden que éste boleto es sólo de ida. 

Hagan equipo.

Les deseo lo mejor. 








No hay comentarios:

Publicar un comentario